Nombre del autor:Pilar Santoyo

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La vida en una ciudad de temporada

La vida en una ciudad de temporada Quienes viven en una ciudad de temporada saben que el año no avanza de forma lineal. Más bien se divide en fases que modifican el ritmo vital, la disponibilidad emocional y la forma de organizar la vida cotidiana. Esta alternancia influye en el bienestar de maneras que a veces pasan desapercibidas, aunque sus efectos psicológicos son muy reales. La estacionalidad no solo cambia el movimiento de la ciudad. Cambia también los horarios, el nivel de energía y la capacidad de atender las propias necesidades. En verano, la actividad aumenta de forma evidente. Las jornadas se alargan y la demanda laboral crece. Para muchas personas, especialmente quienes trabajan en el turismo, esta etapa supone un periodo de sobrecarga continua. La investigación ha observado que los cambios bruscos en la intensidadlaboral incrementan el estrés y dificultan la conciliación familiar (García-Pozo et al., 2012). No se trata únicamente de fatiga física. El impacto aparece también en la concentración, en el estado de ánimo y en la forma de relacionarse. En ciudades costeras como Cambrils, estas variaciones se hacen especialmente visibles. En los meses de máxima actividad, es habitual que las familias reorganizen su vida diaria. Algunas personas explican que apenas coinciden con su pareja o que las rutinas de los hijos se vuelven complicadas de mantener. La sensación de ir a contracorriente es frecuente. Desde la psicología, este tipo de vivencia se entiende como una respuesta natural a un entorno que exige un nivel de activación sostenido. El sistema nervioso prioriza lo urgente y deja poco espacio para el descanso o la reflexión consciente. Cuando termina la temporada alta, aparece otro tipo de transición. La ciudad se calma, los horarios se regulan y se recupera tiempo personal. Sin embargo, el cambio no siempre se vive como un alivio inmediato. Después de semanas de sobrecarga, algunas personas describen una mezcla de cansancio y desorientación. La investigación sobre recuperación y sueño ha mostrado que los ciclos de estrés prolongado requieren un periodo de reajuste, incluso cuando el entorno ya es más favorable (Hülsheger et al., 2018). El descanso no es automático. Necesita tiempo y constancia. El invierno trae, para muchas familias de Cambrils, un ritmo más humano. Se retoman las comidas en casa, se descansa mejor y reaparecen actividades que resultan imposibles durante el verano. Aun así, el cambio puede resultar difícil. Las variaciones continuas de ritmo afectan a la estabilidad emocional y a la sensación de continuidad interna. Algunas personas describen que viven en una especie de “doble realidad”, como si la ciudad fuese dos lugares distintos dentro del mismo año. Esta percepción encaja con lo que la psicología comunitaria denomina variabilidad contextual, un fenómeno que influye en el sentido de pertenencia y en la manera de entender la propia vida en relación con el entorno. Para quienes trabajan en el turismo, estos ciclos tienen un impacto particular. La investigación sobre conflicto trabajo-familia ha mostrado que los horarios inestables y las jornadas extensas se asocian con un mayor nivel de estrés y de malestar emocional (Medina-Garrido et al., 2023). En términos prácticos, significa que la comunicación en pareja se resiente, que las rutinas infantiles se fragmentan y que la vida en familia se ajusta continuamente al calendario laboral.Aunque muchas familias desarrollan estrategias para gestionar estos cambios, el desgaste acumulado a lo largo de los años puede surgir en forma de irritabilidad, desmotivación o dificultad para desconectar mentalmente del trabajo incluso en los momentos de descanso. La psicoterapia puede ayudar a interpretar estas experiencias con más claridad. Muchas personas llegan a consulta sin una crisis concreta, sino con la sensación de que cada temporada repiten los mismos patrones. El verano se vive como un periodo de exigencia, el otoño como una fase de reajuste y el invierno como un momento de equilibrio que no siempre llega a consolidarse. Entender este ciclo permite diferenciar qué parte del malestar tiene que ver con la situación externa y qué parte responde a necesidades internas que han quedado desplazadas. El trabajo terapéutico se orienta a identificar hábitos que faciliten la regulación emocional, mejorar la comunicación en la pareja, mantener rutinas mínimas incluso en los meses intensos y aprender a anticipar los momentos de carga para amortiguar sus efectos. A veces, el objetivo pasa por dar estructura a la vida familiar. En otras ocasiones, consiste en crear espacios propios que permitan sostener el bienestar a largo plazo. En este contexto, la psicoterapia online puede ser especialmente útil. Cuando los horarios son variables, acudir presencialmente a consulta puede resultar difícil. En mi artículo Psicoterapia online, nuevas formas de acompañar sin perder la mirada explico cómo este formato permite mantener la continuidad del proceso terapéutico incluso en los periodos de mayor exigencia laboral. También puede ser una herramienta valiosa cuando la persona siente que está intentando resolverlo todo por su cuenta sin resultados. Sobre ese punto reflexiono en La autoayuda no siempre ayuda, cuándo es momento de buscar apoyo profesional, donde analizo los límites de las herramientas de autoayuda frente a situaciones complejas. El entorno natural de Cambrils añade otro elemento que conviene considerar. La investigación ha señalado que vivir cerca del mar puede favorecer la regulación emocional y reducir los niveles de estrés (White et al., 2013). Sin embargo, estos beneficios se aprovechan mejor cuando existen condiciones básicas de descanso y organización. La proximidad al mar no borra el agotamiento acumulado de la temporada alta, pero puede convertirse en un recurso cuando la persona dispone de tiempo y energía para conectar con el entorno de manera consciente. La vida en una ciudad de temporada combina oportunidades y desafíos. El entorno ofrece belleza, estabilidad ambiental y calidad de vida. Al mismo tiempo, introduce variaciones que requieren una capacidad continua de adaptación. Entender cómo estos ciclos influyen en el bienestar permite mirar el malestar con más perspectiva. Muchas veces no se trata de un fallo personal, sino de un esfuerzo prolongado en un contexto cambiante. Desde la psicología, el objetivo no es eliminar la estacionalidad,

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La psicoterapia online ofrece nuevas formas de acompañar sin perder la mirada​

La psicoterapia online ofrece nuevas formas de acompañar sin perder la mirada Durante mucho tiempo, la idea de “ir al psicólogo” estuvo asociada a un despacho, dossillas y una conversación cara a cara. Esa escena todavía define lo que muchas personasimaginan cuando piensan en terapia. Pero la realidad actual es más amplia. Lapsicoterapia online —también llamada terapia online o terapia psicológica online— hatransformado la manera de acompañar a quienes buscan apoyo emocional o deseantrabajar en sí mismas. No se trata de sustituir lo presencial ni de prometer lo mismo a través de una pantalla.Es una manera diferente de encontrarse: adaptada a los tiempos, a las distancias y a lasnecesidades de quienes, por diversas razones, no pueden o no quieren acudir físicamentea consulta. Confieso que, al principio, tuve mis dudas. La presencia humana, los silencioscompartidos, la respiración del otro… son parte del trabajo terapéutico. Me preguntabasi una pantalla permitiría sostener esa calidad de encuentro. Con el tiempo, laexperiencia me ha demostrado que sí es posible. La terapia online funciona, no porquesea igual, sino porque mantiene lo esencial: la escucha, la comprensión y la posibilidadde cambio. Qué es realmente la psicoterapia online La psicoterapia online no es una versión reducida de la presencial. Es una modalidadprofesional completa que utiliza medios digitales —principalmente videollamadas—para realizar sesiones con los mismos principios, estructura y rigor que en un espaciofísico. Las bases éticas, la confidencialidad y la formación del profesional son exactamente lasmismas. Lo que cambia es el medio, no la profundidad del trabajo. Desde el punto de vista científico, hay evidencia sólida sobre su eficacia. Unmetaanálisis de la American Psychological Association (APA, 2021) concluyó que laterapia online es tan eficaz como la presencial para tratar ansiedad, depresión y estrés,con niveles de satisfacción del paciente muy similares. De forma similar, un estudiopublicado en Frontiers in Psychology (2022) analizó la alianza terapéutica enpsicoterapia online y confirmó que la conexión emocional entre terapeuta y paciente nose ve afectada por el formato digital. La calidad del vínculo —uno de los factores másdeterminantes en cualquier proceso terapéutico— depende más de la relación que delmedio en que ocurre.En definitiva, no se trata de replicar lo presencial, sino de abrir un espacio terapéuticodistinto, con otras posibilidades, igual de válidas y humanas. Para quién puede ser útil la terapia online A lo largo de mi experiencia, he visto que la terapia online es especialmente valiosapara muchas personas cuyas circunstancias hacen difícil acudir a consulta presencial omantener cierta disponibilidad horaria a lo largo del tiempo. En lugares donde la oferta de psicólogos es limitada, la psicoterapia online se convierteen una puerta abierta. En pueblos pequeños o en municipios del interior, la distancia o lafalta de profesionales especializados pueden ser una barrera. Gracias a la terapia online,muchas personas acceden a un acompañamiento psicológico sin depender de suubicación geográfica. No todas las personas buscan “un psicólogo cualquiera”. A veces se necesita un tipo deacompañamiento concreto. En mi caso, trabajo desde un enfoque sistémico, centrado enlas relaciones y en los patrones familiares o de pareja. Este tipo de formación no estádisponible en todas las zonas, especialmente en municipios pequeños. En esos casos, lapsicoterapia online permite acceder al profesional o al enfoque que se necesita, sinimportar la distancia. No se trata de que la terapia sistémica funcione mejor online, sinode que el formato digital facilita el acceso a opciones que antes no estaban al alcance.También es una alternativa útil para quienes tienen poco tiempo o horarios difíciles. Lavida moderna no siempre deja espacio para desplazamientos ni horarios rígidos.Quienes tienen trabajos exigentes, responsabilidades familiares o niños pequeñosencuentran en la terapia online una opción flexible que les permite cuidarse sin tenerque elegir entre el trabajo y la salud mental. He trabajado con personas que residen parte del año en un país y parte en otro, o queviajan constantemente por motivos laborales. En esos casos, la psicoterapia onlinepermite mantener la continuidad del proceso, sin interrupciones ni cambios de terapeuta. Para quienes sienten vergüenza o incomodidad al acudir por primera vez a una consulta,la distancia física inicial puede facilitar el comienzo. La pantalla actúa como un espaciointermedio: suficiente cercanía para conectar, pero con una sensación de seguridad queayuda a abrirse desde un espacio conocido. También es una opción valiosa para quienes no pueden desplazarse con facilidad, ya seapor enfermedad, lesión o falta de transporte. En este sentido, la psicología onlinedemocratiza el acceso y permite que nadie quede excluido del cuidado emocional. Y, por supuesto, está la cuestión de la privacidad. En pueblos pequeños o entornosdonde “todo se sabe”, algunas personas evitan buscar ayuda por miedo al juicio ajeno.La terapia online ofrece intimidad y confidencialidad, reduciendo el estigma ypermitiendo que el proceso ocurra con mayor tranquilidad. Ventajas reales de la terapia online Más allá de la comodidad o el ahorro de tiempo, la psicoterapia online tiene beneficiospsicológicos propios. El proceso se adapta al ritmo vital de cada persona y evitainterrupciones. Permite elegir al profesional que mejor encaje contigo, sin limitarte a laoferta geográfica. Muchas personas sienten que, al estar en su propio entorno, puedenexpresarse con más libertad. Y pedir ayuda deja de ser algo que “se ve” para convertirseen un acto privado y natural. Desde el punto de vista científico, diversos estudios confirman que la terapia onlinereduce barreras y mejora la adherencia al tratamiento. Según el Spain Country HealthProfile 2023 de la OECD, más del 40 % de las consultas psicológicas en el sistemapúblico español se realizan hoy en formato telemático o mixto, con altos niveles desatisfacción. Además, el Ministerio de Sanidad (Estrategia de Salud Mental 2022–2026)reconoce la psicoterapia online como una herramienta válida dentro del SistemaNacional de Salud, siempre que sea llevada a cabo por profesionales acreditados. Mitos y realidades sobre la psicoterapia online No es lo mismo que la presencial, y eso es verdad, pero diferente no significa peor. Lacercanía física se sustituye por otro tipo de presencia, más centrada en la palabra y en laescucha. La cámara no impide la conexión emocional; a veces incluso la potencia. Tampoco es cierto que no pueda crearse vínculo a través de una

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El peso invisible de migrar y cómo la terapia a distancia puede aliviarlo.

El peso invisible de migrar y cómo la terapia a distancia puede aliviarlo. Migrar implica mucho más que cambiar de país. Supone enfrentarse a nuevas rutinas,otros códigos culturales y maneras distintas de relacionarse. Al principio predomina lacuriosidad y la energía del cambio; después, cuando la novedad se asienta, llega elverdadero reto: adaptarse sin perder el sentido de pertenencia. En consulta lo veo con frecuencia. Personas que emigraron llenas de ilusión,convencidas de que el cambio sería un salto hacia adelante, y que con el tiempodescubren que adaptarse también desgasta. En psicología llamamos a este procesoduelo migratorio, un reajuste emocional que implica reconstruir vínculos, rutinas eidentidad. No es una enfermedad, pero puede activar sentimientos de soledad, ansiedado pérdida de sentido. Buscar apoyo psicológico en ese contexto no siempre resulta fácil. Cambia el idioma,cambian los códigos sociales y hasta la forma de expresar las emociones. Lo que enEspaña se verbaliza con naturalidad, en otro país puede sonar exagerado o no encontrareco. Y a veces, la barrera no está fuera, sino dentro: el miedo a “no estar tan mal” comopara ir a terapia, o la idea de que pedir ayuda es rendirse. Por suerte, la tecnología ha acercado algo que antes parecía impensable: la posibilidadde recibir acompañamiento psicológico desde cualquier lugar del mundo. Laterapia a distancia permite mantener un espacio profesional y seguro con un terapeutaque hable el mismo idioma, comparta referencias culturales y entienda lo que significareconstruirse lejos de casa. Migrar implica mucho más que hacer una mudanza. Es, en muchos sentidos, empezarotra vida. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de3 045 000 personas con nacionalidad española residían en el extranjero a fecha de 1de enero de 2025, un incremento del 4,7 % respecto al año anterior. La mayoríapertenece a población en edad laboral, y un número importante son jóvenes menores de35 años. En 2022, más de medio millón de españoles se marcharon al extranjero, unflujo migratorio protagonizado en gran medida por población joven en busca dedesarrollo personal y laboral. Estos datos no son solo cifras demográficas: son historias de cambio, de desarraigo y deadaptación. Cada persona que se marcha deja atrás su red de apoyo y su idiomaemocional. Y en esa transición, es común que aparezcan sentimientos ambivalentes:orgullo por haber dado el paso y, a la vez, una cierta melancolía por lo que ya no está. Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Estadística de Migraciones 2022. Migrar también transforma la identidad. Lo que en el país de origen era parte de lanormalidad —la forma de hablar, de saludar, de trabajar— en el nuevo contexto sevuelve algo que diferencia. Muchos españoles en el extranjero describen esa sensaciónde estar “a medio camino”: ni completamente de allí, ni del todo de aquí. Desde lapsicología, entendemos que esta tensión entre pertenecer y diferenciarse puede generaruna confusión sutil, un ruido interno que a veces se manifiesta como ansiedad o apatía.Trabajar sobre esa identidad en movimiento es parte esencial del proceso terapéutico. Aunque no siempre deriva en un trastorno psicológico, este proceso puede manifestarseen sentimientos de tristeza, irritabilidad, ansiedad o confusión identitaria. Estasreacciones son comunes y, en muchos casos, transitorias, pero cuando la ansiedad semantiene en el tiempo puede convertirse en una carga silenciosa que interfiere con elbienestar cotidiano. En mi artículo Esa mala compañía llamada ansiedad profundizo encómo reconocerla y abordarla desde una perspectiva psicológica eficaz. Cuando una persona española busca terapia en otro país, se enfrenta a varios obstáculosinvisibles. El primero es el idioma emocional: aunque se domine la lengua local, ponerpalabras a lo que duele en un idioma ajeno puede generar distancia. También influye ladiferencia cultural en cómo se entiende la intimidad o el sufrimiento. Lo que enEspaña se expresa con cercanía, en otros contextos puede percibirse como excesivo opoco habitual. A esto se suman las barreras prácticas: horarios incompatibles, listas de espera, o ladificultad de encontrar un profesional con quien se sienta confianza. Según el MentalHealth Atlas 2020 de la Organización Mundial de la Salud, más del 60 % de lospaíses del mundo reportan escasez de profesionales de salud mental y desigualdad en elacceso a tratamientos. En ese escenario, la terapia a distancia se convierte en una opciónrealista y eficaz. La evidencia científica lleva años confirmándolo. Investigaciones como las deCarlbring y colaboradores (2018) muestran que los tratamientos psicológicos en línealogran resultados equivalentes a los presenciales en depresión, ansiedad o estrés,siempre que se mantenga una buena estructura terapéutica.Además, desde una perspectiva neuropsicológica, la comunicación por videoconferenciano interfiere con los procesos empáticos ni con la calidad del vínculo, siempre queexista sintonía profesional y emocional, como explica Simpson (2009). En la práctica, esto significa que la terapia a distancia no es una versión reducida, sinouna modalidad con dinámicas propias: más flexible, accesible y culturalmente sensible. A la hora de aprovecharla, hay algunos aspectos que marcan la diferencia. Verificar la formación del profesional. Asegurarse de que esté colegiado en España ytrabaje con un encuadre claro es la base de la confianza terapéutica. Cuidar el entorno. Reservar un espacio privado y tranquilo facilita que la sesión sea unverdadero encuentro emocional, no una conversación interrumpida. Mantener la constancia. La flexibilidad horaria es una ventaja, pero la regularidad eslo que sostiene el proceso. Buscar sintonía cultural. Expresarse en la lengua materna y con alguien quecomprenda los matices culturales mejora la comprensión y la alianza terapéutica. Integrar el trabajo entre sesiones. La modalidad online permite aplicar lasherramientas terapéuticas en el contexto real de cada persona, lo que acelera elaprendizaje y refuerza el cambio. En terapia, reconstruirse también significa integrar la experiencia migratoria.A menudo, el trabajo no se centra solo en aliviar síntomas como la ansiedad o latristeza, sino en dar sentido a la historia personal. En la terapia a distancia, el terapeutaacompaña al paciente a explorar qué aspectos de su identidad se mantienen, cuálescambian y cómo puede reconciliar ambas partes. La distancia geográfica se convierteasí en un escenario simbólico de crecimiento: permite mirar la vida desde fuera, conperspectiva, y transformar el desarraigo en una oportunidad de autoconocimiento. Migrar cambia más de lo que se ve desde

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